Querida yo, ¿qué tal te va?
Sé que no todo está tan bien
Pero quería mostrarte
Lo lejos que llegaste.
Querida yo, confío en nosotras
Lo estás haciendo bien
Te espero del otro lado
Acá hay tanto para ver.
Y gracias
Porque nunca te rendiste
Porque si hoy soy lo que soy
Es gracias a lo que fuiste.
Y no desesperes
Que Dios oye tus oraciones
Si tarda, Él tendrá sus razones
Sigue por donde vienes.
(fragmento)
Artista: Yami Safdie y Camilo
Single
Por Camila Gómez Mura
camigomezmura@gmail.com
Yami Safdie es una joven artista argentina que se ha vuelto tendencia en las redes sociales a través de su música, destacada por tocar las fibras más sensibles de sus oyentes. En su última canción, “Querida yo” se unió al intérprete colombiano, Camilo, con la intención de recordarnos el valor de las palabras que utilizamos para dirigirnos a nosotros mismos, sobre todo en los momentos de mayor pesar o incertidumbre.
“Sé que no todo está tan bien, pero quería mostrarte lo lejos que llegaste”. Suele resultar difícil mirar en retrospectiva cuando todo parece que no alcanza, cuando los esfuerzos se agotan y la meta no llega en nuestros plazos estipulados. Qué importante es reconocer el camino transitado para disfrutar lo que somos, con errores y aciertos, pero sobre todo con mayor gratitud por los aprendizajes obtenidos. “Porque si hoy soy lo que soy, es gracias a lo que fuiste”. El pasado se configura como referencia para abrazar el presente e impulsarse a desear y soñar con mayor intensidad.
“Confío en nosotros, lo estás haciendo bien”. Detenernos para hablarnos con sinceridad y reconocer que estamos tratando de hacer todo lo que está a nuestro alcance para afrontar las luchas que permanecen ocultas para el resto, alimenta la certeza de que, algún día, las superaremos. Así también se presenta la fe, como esa fuerza interior que emerge en momentos impensados, es esa voz que nos motiva a continuar pensando en el horizonte más allá de la vulnerabilidad. Es el amor de Dios, que no conoce de derrotas y sigue guiando nuestros pasos para ayudarnos a creer en la fortaleza que habita en nuestro interior y se nutre de quienes nos rodean.
“Y no desesperes, que Dios oye tus oraciones”. Él está allí, mostrándonos su presencia a través de lo simple, lo cotidiano. Quizás haya días en los que nos sentimos abrumados y no podemos encontrarlo de inmediato, pero llegará el momento de comprender lo que realmente brinda plenitud a cada uno de nosotros. Es curioso pensarlo, pero quizá lo que hoy estés viviendo, lo que has descubierto y conseguido en esta etapa de la vida es lo que hace tiempo solo formaba parte de tus sueños u oraciones más personales. ¿Lo creerías posible? A Dios gracias por permitirnos mantener la esperanza y no rendirnos. ¡Ánimo! Lo estás haciendo bien.
BOLETÍN SALESIANO DE ARGENTINA – MARZO 2025